Ingredientes que tu crema antiarrugas debería llevar

Ingredientes que tu crema antiarrugas debería llevar

Te contamos todos los secretos sobre la Centella asiatica, el Aloe vera y el colágeno hidrolizado.

Al oír “antiarrugas” o “antiedad” se tiende a pensar en una piel madura, llena de arrugas. Nos olvidamos que no hay que llegar a estar como un Shar Pei (un perro precioso, por cierto), para empezar a cuidarse la piel. De hecho, cuanto antes empieces a mimar tu piel, mejor.

No hace falta que a los 20 años te apliques una crema antiarrugas pero si deberías empezar a cuidarte la piel. Sobre todo es importante empezar a asentar unas rutinas de belleza de cara a futuro. El acto de limpiarse la cara, hidratarse y protegerse del sol debería ser igual que lavarse los dientes.

La piel es el órgano más extenso que tenemos y tiene más memoria que un elefante. Se podría decir que es bastante rencoroso: se acuerda de todo y te lo devuelve multiplicado. Lo que hoy es una quemadura por el sol, años después puede ser una mancha, una arruga o algo peor. Además, el daño solar es acumulativo y por ahora no tenemos ningún botón de reseteado para volver a tener la piel del niño.

Si queremos que un árbol sea grande y fuerte, deberemos abonar la tierra y regarlo habitualmente, ¿verdad?

No todas las cremas funcionan ni todos los ingredientes son iguales. A continuación te hemos hecho una selección de ingredientes que no pueden faltar en tu crema.

 

Centella asiática

¿Suena exótico, verdad? Lo es. La Centella asiatica (sin tilde, ya que es su nombre científico), de la familia Apiaceae, se ha utilizado en la medicina asiática desde hace cientos de años.

También se la conoce como Gotu kola o hierba del tigre. Se dice que cuando los tigres están malheridos se frotan contra estos arbustos para aliviarse. Los tigres ya conocían su poder cicatrizante.

Se ha utilizado, y se utiliza a día de hoy, como ingrediente en cremas reparadoras para cicatrices, heridas, quemaduras, piel irritada y hasta psoriasis.

Su valor reside en los principios activos de la parte aérea de la planta, los triterpenos saponínicos como el madecasósido, asiaticósido, el ácido madecásico y el ácido asiático. Todos ellos estimulan los fibroblastos para que aumenten la síntesis de colágeno. También actúan sobre la inflamación que existe siempre en un proceso de cicatrización.

Aunque no haya cicatriz, en la piel sana no está de más que se estimule la producción de colágeno de la piel. La Centella asiática no solo tiene propiedades beneficiosas sobre la piel, también se ha comprobado su acción antiulcerante, mejora algunas patologías vasculares, actúa sobre el sistema nervioso y posee propiedades inmunoestimulantes.

 

Aloe vera

La planta suculenta Aloe barbadensis, más conocida por Aloe vera se lleva utilizando desde la antigüedad por los efectos beneficiosos que tiene sobre la salud. Aloe deriva de la palabra árabe “alloeh” que significa sustancia amarga brillante y vera en latín significa verdadero. Si juntas todos sus significados queda un poco raro, pero se entiende el concepto. La cultura ancestral china y los egipcios ya utilizaban la planta de Aloe para curar quemaduras, heridas y reducir la fiebre.

El gel mucilaginoso del interior de cada hoja de Aloe vera es rico en agua (99%) y principios activos como glucomananos, aminoácidos, lípidos, esteroles y vitaminas.

La lista de los beneficios del Aloe vera es bastante extensa pero te mencionamos los más importantes. Tiene efecto antiinflamatorio, antineoplásico, promueve la cicatrización y reparación de la piel.

Además, posee propiedades antimicrobianas contra bacterias, hongos y virus. Su efecto antioxidante defiende al organismo del estrés oxidativo y del envejecimiento prematuro.

 

Colágeno hidrolizado

El paso del tiempo no perdona y a partir de los 30 empieza a disminuir la producción de colágeno del organismo.

El colágeno es la proteína mayoritaria de la piel a la que le aporta firmeza y cohesión. También se encuentra en las articulaciones, los huesos y los músculos. La molécula de colágeno está formada por varios aminoácidos entre los que destacan la prolina, la glicina y la lisina. Las fibras de colágeno se encuentran en la dermis y son producidas por los fibroblastos.

Existen numerosos tipos de colágeno pero los más numerosos en la piel son el tipo I, II, III y IV. El colágeno es una proteína muy grande que para absorberse necesita ser hidrolizado y convertirse en moléculas más pequeñas.

Como ves, cualquiera de estos tres ingredientes o la sinergia de los tres juntos son claros ganadores para hidratar y reparar tu piel en profundidad.

 

Fuentes:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3834700/

https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/2622/02.SMA_INTRODUCCION.pdf?sequence=2&isAllowed=y

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5371879/

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